Cosmética médica

Representación exagerada
Aldous Huxley propuso en Brave New World la creación de una sustancia (Soma) que permitiría, facilitaría, la vida de las personas. No es que tenga fetiche con el libro, que menciono en un post cada 3 o 4 meses más o menos, es que es una de las fuentes que conozco, nada más. Otro libro que más o menos trató el tema de la sujeción de los estados de ánimo a algo más que la interacción química de nuestro cerebro fue ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Phillip Dick, en el libro Dick plantea la existencia de un aparato útil para programar estados de ánimo, decenas de situaciones de la cotidianeidad del libro transcurren con debates sobre qué estado de ánimo programar y por qué. Dick tiene la delicadeza de ser gracioso  machista e incluir a mujeres que programan "histeria" durante media hora para tal o cual día, y cosas así.
Esta introducción viene a cuento de una sociedad mercantil y de consumo, como la actual, que ha comenzado a compartir el hábito de considerar los estados de ánimo como una mercancia más, sujeta a consumo.
La psiquiatría (del griego: curación del alma) ha dado híbridos muy eficaces, que pueden ser utilizados con gran utilidad como en el caso de las bases de litio para personas con trastorno bipolar, pero nos referimos a personas que tengan un diagnóstico médico que diga "usted tiene bipolaridad" (destaquemos lo de "tiene" y no cometamos el error de decir "es", lo cual sería algo así como la consagración de que una persona es lo que padece) y no nos estamos dirigiendo a chicos con cambios de humor y punto.
El hecho es que la psiquiatría es una herramienta muy útil cuando es bien utilizada, pero la psiquiatrización de la sociedad no es una buena forma de usarla. La medicación cosmética es una de las formas de psiquiatrización social que existe, todos conocemos gente que toma píldoras para dormir, píldoras para tener más energía, píldoras para estar más activo o de mejor humor, y así sucesivamente. Difícilmente conozcamos a una sola persona que tome todas esas pastillas, sería la consumación del idiota consumido por el "exprime-cabezas" ("headshrinker" es el anglicismo usado para referirse a los psiquiatras en EEUU). 
Usar medicamentos para estar mejor de lo que ya se está, psicopatologizar el estado de ánimo, es un comportamiento que además de atentar contra lo natural, puede ser síntoma de una enfermedad no diagnósticada. Aparece como algo completamente razonable que una persona con una mania perfeccionista completamente desbocada suponga que tiene que vivir felíz y dormir de 10 a 6 cada día, sin errar un minuto. Bien, las pastillas son útiles a estos fines, y la cosmetología emocional trata de eso, de hacer un reboque emotivo que se cae ante el mínimo rasqueteo, terminás siendo un SIM que obedece una serie de códigos preinsertados, en tu caso químicamente, en el caso de un SIM mediante HTLM. 
No estamos ante la pandemia que va a extinguir la raza humana, como algunos paranoides (no podemos evitar que los haya, supongo) nos quieren hacer creer, no es lo que dijo Huxley que era (todavía no, al menos) pero sí es una faceta que no tenemos que dejar de atender. 
Medio como de cotelei, sobrevuela todo esto, la forma en que los psiquiatras se han dedicado a recetar Ritalin a los niños. El grotesco diagnóstico de Tratorno de Déficit Atencional con Hiperactividad, que es un diagnóstico que carece de enfermedad, es puro síntoma. El TDA con H (así te lo ponen en la receta, como con vergüenza, un jeroglífico) es una "enfermedad" que sólo se diagnóstica viendo si un niño está nervioso. No hay un estudio médico que te diga "los valores de la hormona Charly Good son tales, entonces estamos ante un caso de TDA", lo que hay es un psiquiatra que mira si un niño está nervioso y que lo receta.
La droga que le recetan lo "cura", por supuesta, lo adormece y deja estúpido, porque es una sustancia pensada para eso, acá de nuevo lo mismo, no hay doctores encapuchados frotándose las manos a la voz de "estamos estupidizando niños" y luego soltando una risotada mortal y tenebrosa desde su laboratorio escondido en Alaska. Hay una profesión mal ejercida, hay psiquiatras que no curan el alma, la corrijen. Un niño puede estar nervioso o "hiperactivo" por millones de razones, pensemos en la violencia doméstica, pensemos en abusos físicos (no necesariamente sexuales, para no caer en el clisé mórbido), pensemos en bulling escolar, no sé, piensen en lo que quieran, pero tengan claro que empastillar un guacho es el último recurso, cuando siquiera es un recurso.
En fin, la idea de cosmética viene del griego, no por nada cosmética y cosmos tienen la misma raíz etimológica. Aristóteles decía que todo ser era "bueno, único, verdadero y bello", esas eran las cuatro coalidades del ser. Llama la atención lo de "bello", podríamos decirle a Aristóteles que está pasado de frívolo (no nos daría pelota, creo) pero el punto es que la belleza era parte del ideal del ser. Era tan importante la belleza que Kosmeín era palabra para lo bello pero también para lo universal. Este uso del Kosmeín trasciende incluso límites culturales, cuando los romanos se empapan de la cultura griega le dan una resignificación a su palabra "Mundi" que antes era usada para referirse a lo universal, y de ahí nace lo "Inmundo", lo que no es universal, lo que no es bello, lo que no tiene razón de ser.
La cosmética corrige las cosas que no tienen razón de ser, las cosas asquerosas y feas. La cosmética médica dice que hay estados de ánimo que no tienen razón de ser, avísenle a Van Gogh que era un pelotudo y se deprimía al pedo, todos sus cuadros son el fruto de su "no razón de ser", y podríamos nombrar a Edward Munch, Alfred Kubin, Escher y cuántos artistas ustedes quieran nombrar, lo que no es standard no tiene razón de ser.
 
Tenía pensado hacer un post breve, no pude... ¿habrá alguna pastilla que me ayude a hacerlo?

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