Septiembre

Es Pacman, es el hombre psicosis crónica.
una pelota amarilla en la que se ve sólo un ojo, de lo que se desprende que puede que estemos ante un tuerto o algo así, un tipo que tiene un sólo punto de vista. 
es un redondel al que le falta un pedazo es decir, está incompleto. Y come, engulle o bebe pastillas, para qué, bueno, no se sabe mucho para qué.
el tema es que consume algo suponemos que tratando de completar su incompletud, demás está decir que no lo consigue. 
al tiempo que se empastula hasta las patas huye de (sus) fantasmas multicolores, creados en el centro mismo de la pantalla (su universo), que no es sino un entreverado laberinto sin salida (suponiendo que algún labertinto tenga una {suponiendo que haya algo más en la existencia que sólo laberintos}), dentro del cual huir de los fantasmas es lo único que se puede hacer.

esta carrera absurda se altera únicamente cuando en ciertas ocasiones, Pacman engulle unas pastillas más power, seguramente compuestas de otro principio activo, que son mas grandes que las demás y por breves momentos le permiten pasar a ser el perseguidor de sus fantasmas, a los que podrá devorarse logrando así ganar más puntos, pero nunca estar completo. esos fantasmas devorados se van a regenerar constantemente, nunca van a desaparecer por más que unos segundos.
un principiante podría creer que una vez comidas todas las anfetas en 16 bits, nuestro atormentado bicho amarillo ganaría algo, que lo pondría, por fin, a salvo de los fantasmas. pero no, el laberinto no tiene salida, y devoradas todas las pastillas, todo volverá a comenzar, una y otra vez ¿siempre igual? no. cada vez, un poco más rápido. una generación más, una vida más acelerada.

                                                                                                                        
Como comienza septiembre les dejo una canción que menciona dicho mes por ahí... es de una de mis cosos de cabecera, noir désir, y bueno, nada, que coso, que lo recomiendo.


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