Ontologías: el lugar

Jeeposaurio
La geografía de lo implícito. Cuando desconocemos un lugar nada en él está direccionado, no trae atachadas ubicaciones ni certezas. Paraderos o caminos son el Aleph mismo, la totalidad y la nada, el todo concebible. Y todos los caminos son "caminar derecho" tanto "para adelante", porque al no estar ubicados todo lo que conocemos no es sino perfecta ubicación. Es ante esa inmensa ubicación desorientada que lo que ebulliciona es:

  1. Pánico. Paroxismo del susto épico y memorable. Temor ontológico, pulido por años de miedos reprimidos que fluyen sólo en casos de emociones intensas y repentinas.
  2. Confort absoluto. Impermeable pacificación del ser y su entelequia, en ausencia de ansiedad o placer, convicción total de saber dónde no se está y a dónde no se va. Todo es uno y todos los caminos conducen al mismo sitio, que no es sino ningún lado. Todos los ríos van al mar.

es ante la geografía desgastada de los días, ante el agotamiento rutinario de recorridas que los puntos cardinales (objetivos y subjetivos) toman forma y sustraen la vívidez carnal convirtiéndola en lugares concretos y adimensionales: la esquina.

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