Un Troll llamado Adam Smith

“Supongamos que el gran imperio de China, con sus miríadas de habitantes, fuera engullido súbitamente por un terremoto, y consideremos cómo reaccionaría un hombre de humanidad en Europa que no tuviera ninguna clase de conexión con aquella parte del mundo al recibir inteligencia de esa terrible calamidad. En primer lugar, imagino, expresaría de manera inequívoca su tristeza por la desgracia de ese infeliz pueblo, haría muchas reflexiones melancólicas acerca de la precariedad de la vida humana y la vanidad de todas las labores del hombre, que pueden ser así aniquiladas en un instante. También entraría quizás, si fuese un hombre de especulación, en muchos razonamientos concernientes a los efectos que este desastre podría producir sobre el comercio en Europa, y sobre el comercio y el devenir del mundo en general. Y cuando toda esta excelente filosofía hubiese terminado, cuando todos estos humanitarios sentimientos hubiesen sido expresados suficientemente, continuaría con sus asuntos o sus placeres, tomando su reposo o su ocio con la misma calma y tranquilidad que hubiera tenido de no haber sucedido tal accidente. El desastre más frívolo que pudiera acaecerle ocasionaría una alteración más real. Si fuera a perder su dedo meñique mañana, no dormiría esta noche; pero, siempre que no pudiera verlos, roncaría con la más profunda seguridad tras la ruina de cien millones de sus semejantes.” Esto lo redactó un tal Adam Smith, por ahí te suena como "padre del Capitalismo" o cosas así. A Adam Smith, en 2015, le llamarían trol. Pero Smith tan solo señalaba lo obvio: que a ti, querido lector, tampoco te importan un carajo los refugiados sirios. La buena noticia es que es mutuo. ¿y sabés por qué? porque ambos saben que desde su pequeño lugar en el mundo lo que pueden hacer para colaborar ayudando a alguien en la otra punta del globo es sencillamente poco y nada. Por esa razón nos emociona más la muerte del tío de nuestro vecino que miles de africanos pasando hambre, por decirlo con un eufemismo. Nos concentramos en lo que sabemos que podemos resolver, enfocamos nuestra energía emocional (recontra limitada) en aquella cosas por las que podemos hacer algo efectivo. Para decirlo en otras palabras, no nos gastamos al pedo.

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