Sobre un lago y una problemática

Un minisatélite encargado de monitorizar la superficie de la Tierra, ha podido monitorizar la desaparición del lago Poopó, el segundo lago más extenso de Bolivia. Las tres imágenes incluidas en este artículo fueron tomadas el 27 de abril de 2014, el 20 de julio de 2015 y el 22 de enero de 2016, respectivamente.
El lago salado Poopó, ubicado en la cordillera del Altiplano, cubría una superficie de 3000 kilómetros cuadrados, y se ha venido muriendo lentamente quitando así el sustento a los pescadores locales y dañando el ecosistema alrededor del lago, que se muestra enormemente vulnerable. La evaporación se ha relacionado con varias causas, las principales se vinculan a las extracciones de las fuentes de agua de lago para minería (que requiere enormes consumos de agua) y agricultura. La muerte del lago es una mancha en un tigre geográfico que deambula moribundo por latinoamérica. La incapacidad gubernamental para encontrar correctas legislaciones para evitar que los proyectos mineros avancen desmedidamente creando este tipo de conflictos ecológicos ha sido una constante en el continente. 

Va más allá de un reclamo ecológico, tiene que ver con un reclamo económico, la minería produce un excedente de ganancias que sólo va a las Empresas que explotan los yacimientos, externalizan sus consecuencias (como el secado de fuentes de agua) e internalizan los réditos económicos.
Esta realidad también se vive en países como Brasil o Perú. 

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