no me hagan mucho caso / exhausted / la educación como arma

aedra
Música para amenizar la lectura
De pronto, sin más, un día desperté entendiendo que durante años (muchos años) utilicé el conocimiento como un arma de la que valerme para trasmitir al mundo un odio mal proyectado, lanzando de modo desprolijo y generalizado contra todo cuando debería haber estado enfocado en otra figura.
La educación en todas sus formas no fueron un refugio para mí, como muchas veces lo dije o di a entender incluso en este blog, fueron un modo de agredir al resto, de sentirme superior y dirigirme peyorativamente hacia la mayoría de las personas.
Porque (al parecer) en el fondo lo que hacemos con lo que sabemos es lo que somos, el conocimiento es un herramienta, y un martillo puede ser utilizado para construir algo o para destruir cráneos a martillazos. A la defensiva, enojado con mi vida, perdí el tiempo odiando cosas que no odié, me intoxiqué de un vaho conspiratorio que nunca terminé de creer y sin saber desligarme de los vínculos intoxicantes que me rodeaban, sucumbí a la malutilización de mis herramientas, esas que hoy creo estar en mejores condiciones de manejar.
Pero todo esto son creencias, sensaciones momentáneas, nada concluyente, mañana me levanto cruzado y me olvido de este post, o lo niego completamente. Así que nada, no me hagan mucho caso.

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