de lo propio

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El caso de la independencia catalana es un perfecto ejemplo del legado de Wittgenstein, queda en evidencia hasta qué punto los límites de un lenguaje son los límites de un mundo. El grio lingüístico está siendo aplicado a la vida social. 
Me genera extrema curiosidad comprender cómo el idioma actúa como elemento articulador de una identidad, aglutina una serie de disciplinas que terminan oficiando de caballo de Troya para introducir algo más amplio pero que no estaba (supuestamente) en los planes. Esta nota (visiblemente sesgada, desde el punto de vista periodístico, pero obviémoslo para no desenfocarnos) explica parte de ese proceso histórico, detalla cómo la Ley de Normalización Lingüística de 1983 terminó relacionándose con un movimiento separatista que está ocurriendo en otro siglo. 
Nada nuevo bajo el sol
La identidad, y el nacionalismo concretamente, se sostiene sobre pilares culturales y lingüísticos. Ser uruguayo (en mi caso) implica conocer la misma canción (el himno), los mismos colores en el mismo orden sobre un trapo (la bandera), y los mismos cuentos heroícos (además de más cosas que no vienen al caso y sólo refuerzan estos ejemplos) que todos mis "compatriotas". La nacionalidad se asienta sobre formas de arte, eso es lo que somos (o creemos ser). 
En la nota que linkeé durante el párrafo anterior se habla del lenguaje en términos bélicos, se explica que el Catalán fue usado como arma de una invasión, germén de un separatismo. Hay que ser muy obtuso para acusar de eso al Catalán y no al Español. Lo que une a los españoles es, además de la corona y sus mismas artes, su idioma. España es un Reino que no atravesó el mismo proceso de imposición lingüística que, por ejemplo, atravesó Francia. En su vecino del norte se hablaban igual cantidad de dialectos hace no más de 3 siglos, pero ellos fueron más "efectivos" a la hora de exterminar esas lenguas, o por lo menos excluirlas de sus fronteras. Francia también usó el idioma como aglutinante de la identidad patriótica: EL IDIOMA ES ESO. 
Get over it
No pienso meterme en el barro de opinar si los catalanes deben o no deben ser independientes, no soy español ni catalán, no comprendo el trasfondo histórico en su totalidad y considero que en este tipo de temas quiénes no estamos involucrados de modo directo no deberíamos ni siquiera opinar. Quien frecuente el blog sabe cómo pienso, yo siempre creo que las cosas se van dando, que muy pocas cosas están planeadas. Me parece absurdo asumir un megaplan subversivo separatista a 30 años cuando a duras penas las comunidades sociales logran "políticas de estado" para no morirse de hambre o reventarse a sí mismas. Yo no creo que quienes idearon el plan mencionado de 1983 estuviesen pensando en esto que sucede hoy, es una sumatoria de cosas la que lleva a la situación actual y reducir los términos es, además de falaz, un equívoco histórico.      

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